martes, 22 de enero de 2013

MITOS Y REALIDADES SOBRE DONACIÓN DE ÓRGANOS Y TEJIDOS.


Sin duda deben existir muchas razones por las cuales la cultura de donación de órganos y tejidos sigue quedándose corta, sobre todo en la comparativa de la necesidad de órganos y tejidos en México, tal vez nos gusta más recibir y nos cuesta trabajo desprendernos de algo de nosotros (¿Apoco no te acuerdas cuando eras niñ@ y apretabas la bolsa de las papitas cuando te pedían tus amiguitos?). En fin pueden ser muchos factores, que quieren llegar “completos” al cielo, que creen que si traen consigo una tarjeta de donación los médicos no harán lo posible para salvarlos en una situación de vida o muerte.
Pues bueno en mi muy humilde opinión una de las razones que frena esta decisión de donar los órganos antes de irnos de esta tierra es la cantidad de mitos que existen sobre este tema, es por eso que les voy a compartir algunos mitos y realidades sobre donación de órganos y tejidos.

Allá van...

1. Si sufro un accidente y se conoce que quiero donar mis órganos los médicos no harán todo lo posible para salvarme la vida.
R. Esta circunstancia es imposible. Los médicos que se encargan del tratamiento en la Unidad de Cuidados Intensivos son siempre distintos de los encargados de la donación y trasplantes. El equipo encargado de rescate de órganos es notificado después que se ha diagnosticado la muerte encefálica, es decir la muerte, ellos intervienen para obtener el consentimiento y la recuperación de los órganos y tejidos con fines de trasplante solamente se realiza después de que se han hecho todos los esfuerzos para salvar la vida de la persona y la muerte está legalmente declarada.

2. Hay gente que se ha “despertado” después de haberle diagnosticado muerte encefálica.
R. Una de las razones más frecuente y sobresaliente para negarse a la donación está relacionada con la falsa creencia de que existe la posibilidad de extraer los órganos antes de la confirmación del diagnóstico de muerte encefálica, lo que se traduce o evidencia en la manifestación del temor a la extracción prematura de los órganos y tejidos. La escasa información y confusión sobre el concepto de muerte encefálica refuerza esta falsa creencia.
La muerte encefálica es una definición clínica y legal de muerte. Ciertos aparatos pueden mantener artificialmente las funciones corporales (pulso cardíaco, respiración) por unas pocas horas o días, pero no de modo permanente. Un médico debe confirmar la muerte encefálica, mediante un estricto examen neurológico. Por lo tanto una vez realizado el diagnóstico nadie puede “despertarse” o recuperarse.

3. El cuerpo me quedará desfigurado si dono los órganos.
R. El cuerpo de la persona fallecida no se desfigura como suele pensarse por la extracción de órganos con fines de trasplantes. La operación se realiza con el mismo tipo de condiciones estrictamente asépticas que se utilizan en cualquier otro tipo de procedimiento médico. Esta es una cirugía como cualquier otra y no genera ningún cambio en el aspecto exterior, al donante se le trata con mucho cuidado, con la máxima consideración y el más profundo respeto que corresponde, evitando desfigurar el cuerpo. La intervención se hace de manera muy profesional puesto que los órganos extraídos serán utilizados por otras personas y no descartados como en la mayoría de las cirugías habituales.

4. Es imposible celebrar un funeral normal después de haber donado un órgano.
R. La donación no interfiere en nada con los preparativos del sepelio. Es posible tener un funeral con el ataúd destapado.

5. Algunas religiones se oponen a la donación de órganos
R. La mayoría de las religiones están de acuerdo en que las donaciones son el máximo gesto humanitario y han apoyado públicamente las donaciones:
La Iglesia Católica ha expresado de forma clara y contundente que la donación de órganos es el acto supremo de caridad, generosidad y amor que una persona puede hacer por otra en esta vida. Los últimos Papas en diferentes encíclicas y en otros documentos animan a todos los católicos a que se expresen en vida a favor de la donación.
Anglicanos y protestantes no plantean ningún problema en donación /trasplante. En general, abogan porque cada cual elija en conciencia la decisión de ser donante.
La religión judía es favorable a la donación de órganos. Incluso se puede leer en el Talmud "Quien salva una vida salva el mundo" y las jerarquías religiosas interpretan que la donación de órganos para trasplante es la mejor actitud para ayudar a otro a salvar su vida.
Entre los evangélicos no cabe ningún prejuicio religioso frente a la donación.
La religión musulmana tampoco pone ningún obstáculo a la donación y así ha quedado expresado en diversos documentos que sus autoridades religiosas han difundido. En regiones con serios conflictos de origen religioso como el Medio Oriente los procesos de trasplante entre personas de diferentes creencias contribuyen a mejorar las relaciones entre esos pueblos.
Los testigos de Jehová que manifiestan con rotundidad su oposición a las transfusiones de sangre no tienen por el contrario, ninguna oposición a la donación de órganos ni tampoco hacia el trasplante; siempre que se les asegure que no van a recibir durante la operación ninguna transfusión.
Solo religiones más minoritarias en nuestro entorno occidental como el budismo y sintoismo, no favorecen la donación de órganos porque en sus creencias, el proceso de muerte sucede de forma gradual completándose a lo largo de tres días tras la muerte clínica. Durante este tiempo el cuerpo del difunto budista no debe ser manipulado por interferencias con futuras reencarnaciones.

6. El hecho de ser una persona adinerada o famosa le permite adelantarse en la lista de espera para obtener los órganos más rápidamente.
R. La lista de espera para trasplantes no tiene nada que ver con el dinero ni con la fama que pueda tener una persona. El orden de la lista de espera se respeta siempre, la distribución de órganos se realiza de acuerdo al grupo sanguíneo, a la antigüedad en la lista, y compatibilidad entre donante y receptor. En algunos casos además tiene que ver la gravedad de la enfermedad, la edad, el peso y la talla. Estos criterios son revisados y actualizados periódicamente por el personal encargado de la lista de espera, en el caso colombiano la Coordinación de la Red de Trasplantes a través del Instituto Nacional de Salud.

Debido a que el número de enfermos que esperan un trasplante supera al número de órganos disponibles, es preciso realizar siempre una selección de receptores entre toda la lista de espera. La finalidad principal es lograr que el beneficio del trasplante sea máximo merced a conseguir una mayor supervivencia y un óptimo beneficio para el receptor. Un sistema nacional automatizado, con la ayuda de un programa informático que valora los criterios mencionados, se pone en práctica para garantizar una distribución ética y equitativa de órganos. El sistema de distribución no discrimina por razas, ni existen tratamientos preferenciales para ricos y o famosos.

7. Soy demasiado viejo/a o estoy demasiado enfermo/a para ser donante
R. Para ser donante voluntario en vida tendrá que ser mayor de edad y menor de 60-65 años.
En cuanto a la donación una vez haya fallecido la persona, ésta dependerá de los hallazgos, luego de una exhaustiva valoración que realizará un equipo médico calificado de la función e integridad de los órganos y tejidos, así como de la ausencia de enfermedades transmisibles u otra contraindicación. Para donar después de la muerte cualquier edad es adecuada. Existen muchos niños que requieren órganos y sólo se pueden utilizar en ellos órganos obtenidos de otros niños.

Gracias por leer y acuérdense... Donar es Amar!!

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